Sinopsis
Viaje al fin de la noche (1932) consagró a Louis-Ferdinand Céline (1884-1961) internacionalmente como un autor genial, a pesar de las reacciones que su identidad políticamente incorrecta (pronazi y antisemita) provocó en el mundo entero. Lo cierto es que no existe polémica acerca de su talento y que es uno de los autores que más ha influido, sobre todo a través de la generación beat, en las nuevas promociones de escritores.
Ferdinand Bardamu, el protagonista de Viaje al fin de la noche, es un héroe desilusionado y castigado que vive experiencias extremas, siempre al borde del abismo: herido en la Primera Guerra mundial, enamorado de una prostituta sin futuro, víctima de un trabajo embrutecedor en las colonias francesas en África, perseguidor del “sueño americano” –que no se parece al del publicitado mito– y de nuevo de regreso en Francia como médico rural de campesinos miserables.
La prosa amarga y quebradiza de Céline, su característico ritmo acelerado, el lirismo salvaje y descarnado con que construyó sus personajes o la altiva mueca con que contempló la existencia le convierten en un autor de inusitada vigencia. Viaje al fin de la noche es una historia capaz de llegar a lo más hondo del corazón humano. Una gran novela que contiene muchas claves para entender la literatura europea y latinoamericana.
“Tal vez Céline sea el único que permanezca de todos nosotros” Sartre (1946)
“Viaje al fin de la noche es una obra de arte criminal” Paul Valery
“Céline ha creado un instrumento nuevo: una escritura tan viva como la palabra” Simone de Beauvoir
“Si realmente Céline pensara lo que ha escrito se suicidaría.” Jean Giono
“No es la realidad lo que Céline recrea, sino las alucinaciones que esa realidad provoca.” Andre Gide