Sinopsis
Como forma de gobierno, la república ha sido y es un sistema anhelado y asediado. Su propia esencia, la división de poderes y la búsqueda de un equilibrio entre la esfera ejecutiva y la legislativa (y luego la judicial), es la respuesta a un peligro básico: el de la búsqueda de la supremacía de un poder sobre los otros. Esta amenaza se puede constatar en Estados Unidos y en Francia a mediados del siglo XIX, y también en la Argentina actual. Se podrían dar decenas de ejemplos más.
En este libro, que ya es un clásico de nuestra historiografía, Natalio R. Botana traza la historia de las ideas republicanas. Lo hace desde las figuras de Alberdi y Sarmiento, es decir, desde la Argentina en ciernes, aquella que sufría todavía las consecuencias de varias décadas de guerras internas y que vivía inmersa en un faccionalismo político que demoraba la modernización. Además, enfrentaba desafíos urgentes: la apertura a la inmigración, la educación pública, la necesidad de construir instituciones duraderas, el federalismo y la efectiva unión del territorio. Los proyectos de Alberdi y Sarmiento no son idénticos, plasman dos ideas de país. Pero comparten la ambición de garantizar igualdad, progreso y libertad para los ciudadanos. Ellos se preguntaron: ¿Cuáles son las mejores ideas para garantizar el futuro de los argentinos? ¿Cuáles son las decisiones políticas, no reunidas con aquellas ideas, para salvar las demandas de la coyuntura? Lo hicieron aprovechando ejemplos de otros países y de otros pensadores con el inalterable compromiso de pensar esas lecciones en clave local.
Con prólogo de Hilda Sabato, esta es la edición definitiva de La tradición republicana. Erudito y brillante, este libro es una magnífica lección sobre el pasado que nos construyó como sociedad, un fresco de las tensiones políticas e ideológicas de un país que soñaba un futuro desde un presente lábil. Pero también, la evidencia de que cada periodo histórico piensa a su modo la república y actualiza sus virtudes. Si quiere su preservación, debe contener los arrebatos voluntaristas y demagógicos que sutilmente primero, y vorazmente después, apuntan a suprimirla o atenuarla.